Por: María Fernanda Correa

El pasado 27 de marzo se celebró la Hora del planeta, una hora al día cada año para apagar las luces y permitirle un descanso al medio ambiente. En el año 2007 tuvo lugar la primera edición de esta iniciativa promovida por World Wide Fund for Nature y que empezó en Sydney.

Esta fecha se caracteriza por un apagón eléctrico y que más allá de pasar una hora a oscuras en nuestros hogares, es generar conciencia acerca de los cambios que ocurren en nuestro planeta debido a nuestro paso acelerado e inconsciente para cuidarlo.

Está claro que en una hora no podemos salvar paisajes y que los cambios climáticos que han ocurrido con el paso del tiempo son irreversibles, pero a través del apagón se incentiva a seguir poniendo empeño para salvar todo lo que nos rodea.

Se estima que la participación en 2019 fue de aproximadamente 3.5 mil millones de personas a nivel mundial, así lo refleja la cantidad de personas que dieron su apoyo en la página web de WWF, es un número interesante, pero tenemos que tratar de ir un poco más allá.

Resulta fundamental ser y hacernos conscientes de que la conservación, de mares, desiertos, bosques y los recursos que hay en la Tierra, está bajo nuestra responsabilidad diariamente y eso significa apagar luces que no necesitamos, apagar los equipos electrónicos si no vamos a usar y pensar en ahorrar en el consumo.

Que el próximo año el 27 de marzo, sea un momento de reflexión sobre nuestra actitud hacía el planeta, un alto en el camino para recorrer nuestros pasos y analizar que tanto ayudamos en el año que acabo de pasar.

¡No lo olvides, el cambio es trabajo de todos los días!