La falta de agua produce fatiga y falta de concentración
Según el EuropeanHydratationInstitute (EHI), una hidratación adecuada del organismo es un requisito para la vida, la salud, y también para el buen desarrollo de funciones físicas y cognitivas.
La deshidratación afecta de forma negativa a la realización de tareas mentales como: concentración, memoria a corto plazo y capacidad de retentiva, dificultando así el aprendizaje. Adicionalmente, la falta de líquido disminuye la capacidad física y puede llegar a generar dolor y pesadez de cabeza.
Por eso el consumo de agua es importante, y aun más en los niños, ya que ellos son los más vulnerables a la deshidratación, junto con los adultos mayores. Aunque beber agua es la forma más común de rehidratarse, no es la única:
FUENTES ALTERNATIVAS DE HIDRATACIÓN:
Bebidas como infusiones, refrescos, zumos, lácteos, caldos, entre otros… dado su alto contenido en agua, son las fuentes primordiales a la hora de hidratarse. Tambien, un consumo habitual de alimentos sólidos ricos en agua, como las frutas y las verduras, ayudan a complementar y mantener un buen equilibrio hídrico.

FORMA DE BEBER AGUA:
En la mayoría de los casos las personas solo beben agua cuando sienten sed y además la ingieren con rapidez, una buena educación en la ingesta del agua nos lleva a tomarla de forma lenta y en pequeños sorbos, de manera constante a lo largo del día.
La gelatina puede ser el alimento perfecto para mantener hidratados a los niños, está compuesta casi en su totalidad por proteínas y agua, es baja en calorías, libre de colesterol y no contiene materia grasa, además, les encanta.

Lo que parece claro es que resulta imprescindible mayor conciencia de la necesidad de la hidratación entre toda la sociedad, pues es esencial para la vida y el buen vivir. De la misma forma, es importante cuidar el agua y reconocer su gran valor e importancia.