Por: María Fernanda Correa

Hoy en día hay más de 2.000 millones de personas a nivel mundial que no tienen posibilidad de acceso al agua potable según datos de las Naciones Unidas. Comunidades que tienen que abastecerse de agua contaminada con basura e incluso desechos biológicos. Por otro lado, pensemos que muchos de nosotros vivimos con este recurso y nos es natural abrir la llave y ver salir el agua transparente y pura, e incluso nos parece muy complicado hacer nuestras actividades diarias cuando hay cortes en el servicio durante un día entero.

Nos hemos detenido a pensar ¿Por qué se celebra el día del agua todos los años? ¿Cuál es la intención de conmemorar un día para esta fuente de vida cuando hay tantas personas con dificultades para acceder a este líquido? No es más que para concientizar a todos los seres humanos de la relevancia de este líquido y pensar en que es un recurso limitado y que es parte de nuestra responsabilidad darle un buen uso ya que tenemos la posibilidad de acceder a ella.

Generar conciencia del uso que se le da al agua es fundamental. Este líquido es el centro del desarrollo sostenible, base para el mantenimiento de los ecosistemas y la producción de alimentos y que, ante contingencias, como la que vive el mundo hoy, donde es vital para realizar nuestras labores diarias y es esencial para una acción tan básica como lo es el lavado de manos y, que hoy por hoy resulta determinante para prevenir la propagación del virus.

Pensando en todo esto, el 22 de marzo Día Mundial del Agua, es una oportunidad de hacer un alto en el camino para que replanteemos comportamientos dentro del hogar, como cerrar la llave a tiempo, reutilizar el agua en plantas o animales, recolectar agua lluvia, lavar un carro con balde y con la mínima cantidad de agua, entre otras acciones. Todo esto nos permitirá crear hábitos diarios pensando en lo más importante cuando veamos este preciado líquido: TENEMOS QUE CUIDARLA