Escrito por Esteban Estupiñan.

Esta semana es especial para AlasCinco porque vamos a hablar de los sueños y propósitos de vida de nuestros jóvenes, una población que concentra el 26,1% según datos del Dane (Presidencia de la República, 2019) y se vuelve más importante para el futuro del país.

Como este no es un proceso que se construye desde la soledad, queremos invitar al lector a que acompañe la lectura desde el recuerdo, que piense en su juventud y los deseos que lo motivaron en esos años dorados, que recuerde la rebeldía de pensar diferente y la inocencia para construir mundos. No vamos a hablar de los sueños con nombres propios para picar en la curiosidad de quien nos lea y conozca los rostros de nuestros jóvenes en otros espacios que brindamos.

Una frase que nos quedó presente la semana pasada fue “la edad no es una cárcel”. Esta oración incita a pensar por las sensaciones de encierro que se pueden presentar ante la imposibilidad de hacer, pero invita a imaginar los lugares que producen libertad. Algo que hemos aprendido en estos meses trabajando con jóvenes es la libertad del viaje, la sensación de recorrer y reconstruir un mundo imaginado. Hacer de las fotos y los relatos una pequeña prueba de lo que puede ser el encuentro con un mundo nuevo que se abre ante los sentidos. Son los jóvenes quienes nos han indicado que el viajar es más que buscar un lugar, también es estar inmerso en todo lo que este espacio implica y significa. Quien sueña en viajar vive en movimiento e imagina el mundo a su alrededor, recorre las calles de Seúl todas las noches antes de dormir, juega futbol en el imponente Camp Nou, camina entre las calles de Parías cada vez que compra el pan.

La libertad no solo está en recorrer y salir, también se encuentra en el hacer, sobre todo en el “saber hacer”. Es muy diferente hacer algo cuando se vuelve una actividad rutinaria, a cuando se convierte en deseo y objetivo. “Saber hacer” es entender por qué se hacen las cosas y los motivos que nos llevan a construirlas, “saber hacer” es hacer de los sueños una forma de arte. Difícilmente se puede explicar en palabras todos los significados que tienen para nuestros jóvenes el “saber hacer” pero para eso, ellos son capaces de plasmarlos en dibujos que cargan con toda la emotividad y estética de sus almas; también son capaces de hacer del arte una experiencia sensitiva, que toma forma en la comida y expresa el sentimiento en el sabor; incluso exponen y reconocen el valor de los sonidos del mundo, entienden que el ritmo y la música son producto de sueños ajenos.

Pero no todos son rumbos diferentes, hay una idea común que se comparte entre la juventud y es la educación como medio para lograr los objetivos y como objetivo en sí mismo. Aprender y entender es el lugar privilegiado de la libertad. Todo empieza en cómo nos comunicamos y hacemos de las lenguas vehículos para imaginar más grande, y continua en los múltiples saberes y ciencias que le dan sentido al mundo y los sueños propiamente. Es así como la universidad se convierte en el lugar con el que sueñan nuestros jóvenes.

Al final, gracias al trabajo con Oscar, Lina, Wendy, Sebastián, Daniel, Jefry; Karen, Carol y Johan entendimos que soñar es libertad y así como ellos sueñan en su futuro, nuestro sueño es aportar en la construcción de sus sueños…

Bibliografía: Presidencia de la República (2019) Población de Colombia es de 48.2 millones de habitantes, según el Dane. Recuperado de: https://id.presidencia.gov.co/Paginas/prensa/2019/190704-Poblacion-de-Colombia-es-de-48-2-millones-habitantes-segun-DANE.aspx