La pobreza y la dificultad de acceso a la comida son una realidad preocupante que afecta a las poblaciones a nivel mundial. A quienes más afectan estas condiciones desiguales es a los niños y niñas, “Más de 1000 millones de niños y niñas sufren una grave carencia de por lo menos uno de los bienes y servicios necesarios para sobrevivir, crecer y desarrollarse” Consciente de esta realidad, la fundación AlasCinco se propuso llevar a cabo una labor diligente en la población vulnerable de la localidad de Cazuca, Bogotá.

La pobreza y el hambre “establece un entorno que perjudica el desarrollo infantil de muchas maneras: mental, física, emocional y espiritual.” Además, pone en riesgo los derechos de la infancia: derecho a la supervivencia, la salud y la nutrición, la educación, la participación y la protección contra el peligro y la explotación

Alarmadas por estos hechos, Las organizaciones nacionales e internacionales realizaron un llamado para trabajar arduamente en pro del mejoramiento de las condiciones de vida en todas partes del mundo. Desde el año 2000, la ONU fijo “Los objetivos de desarrollo del milenio”, que son una serie de metas que los países se proponían alcanzar para el año 2015 para mejorar la calidad de vida de las personas, metas dentro de las cuales se encuentran.

Reducir a la mitad la proporción de personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario.

Alcanzar el empleo pleno y productivo, y un trabajo decente para todos.

Reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre.

Mediante la implementación de planes, políticas y programas: programas educativos, de asesoramiento y escolarización, ayudas humanitarias, intervención logística y financiamiento por parte de entes gubernamentales y organizaciones internacionales, se obtuvieron excelentes resultados y mejoras sustanciales. En el caso colombiano, el país logró sacar a 6,7 millones de personas de la situación de pobreza y disminuir las tasas de desnutrición. Sin embargo, en la actualidad la pobreza sigue afectando a más de 13 millones de colombianos, de los cuales 3,7 millones son pobres extremos.

Debido a esto, la fundación AlasCinco sigue luchando incansablemente por espantar el monstruo del hambre y la pobreza, basados en nuestra fórmula para cambiar las situaciones adversas de las personas, conectando la alimentación con la educación y el trabajo. Las madres de los niños beneficiados tienen apoyo laboral ofrecido por la fundación, a través de programas productivos. Los niños reciben alimentación y espacios de educación y desarrollo.

Con tu ayuda podremos seguir espantando el monstruo del hambre y aportar al mejoramiento de oportunidades para las personas.